Las varas láser, aunque discretas, son cristales increíblemente dinámicos y potentes. Se cree que fueron guardadas en el interior de la tierra tras haber sido utilizadas en templos de la antigua civilización de Lemuria. Su forma alargada y estrecha, con facetas que terminan en punta, les permite canalizar, proyectar y dirigir la energía con precisión.
En su interior, estos cristales contienen el conocimiento ancestral no solo de Lemuria, sino también de los espacios interestelares de donde proceden. Antaño utilizadas en templos lemurianos, las varas láser almacenan las experiencias y el saber sobre la condición humana y sus caminos de sanación. Meditar y armonizarse con una vara láser puede abrirnos a este conocimiento, instruyéndonos en técnicas curativas avanzadas que se practicaban en aquellas antiguas culturas.
La luz intensa y concentrada que proyectan, a modo de rayo láser, puede emplearse para generar campos de energía protectores, tanto para personas como para espacios, proporcionando una barrera energética y fortaleciendo el aura.
Las varas mini miden entre 2 y 3cm y las varas chicas entre 3 y 4cm y son un poco más gruesas. Todas son naturales, no han sido facetadas, así que como todo producto de la naturaleza tiene imperfecciones e incrustaciones. Tienen una energía y poder increíble.
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Las varas láser, aunque discretas, son cristales increíblemente dinámicos y potentes. Se cree que fueron guardadas en el interior de la tierra tras haber sido utilizadas en templos de la antigua civilización de Lemuria. Su forma alargada y estrecha, con facetas que terminan en punta, les permite canalizar, proyectar y dirigir la energía con precisión.
En su interior, estos cristales contienen el conocimiento ancestral no solo de Lemuria, sino también de los espacios interestelares de donde proceden. Antaño utilizadas en templos lemurianos, las varas láser almacenan las experiencias y el saber sobre la condición humana y sus caminos de sanación. Meditar y armonizarse con una vara láser puede abrirnos a este conocimiento, instruyéndonos en técnicas curativas avanzadas que se practicaban en aquellas antiguas culturas.
La luz intensa y concentrada que proyectan, a modo de rayo láser, puede emplearse para generar campos de energía protectores, tanto para personas como para espacios, proporcionando una barrera energética y fortaleciendo el aura.
Las varas mini miden entre 2 y 3cm y las varas chicas entre 3 y 4cm y son un poco más gruesas. Todas son naturales, no han sido facetadas, así que como todo producto de la naturaleza tiene imperfecciones e incrustaciones. Tienen una energía y poder increíble.