Esfera de 80g Amatista
Diámetro 4cm
Las fotos son de referencia, la pieza puede cambiar según stock. Todas son seleccionadas personalmente para que este perfectas en toda su superficie y energizadas con reiki.
Las bolas de cristal son objetos de poder con gran influencia sobre el desarrollo de las facultades psíquicas. Son ideales para emplear en meditaciones: infunden visión interior y lucidez espiritual. Estas meditaciones se realizan sosteniendo la bola de cristal con las dos manos a la altura del corazón o del tercer ojo, mirando en el interior de la bola durante tres minutos y permitiendo a la imagen de la luz blanca que se arraigue en la conciencia.
Las bolas de cristal son objetos de poder inestimables; por tanto, deben emplearse con sumo respeto, con conocimiento y buenas intenciones.
La amatista refleja un rayo púrpura, uno de los colores del tercer ojo. Se trata del color que contemplamos a veces al anochecer, cuando la luz del día cede ante la oscuridad.
La amatista es una piedra idónea para la meditación. Y ya que el color de la amatista es una de las vibraciones más altas del tercer ojo, una piedra amatista colocada directamente en dicha zona facilita el estado meditativo.
La suave percepción de la amatista calma el proceso de pensamiento circunstancial, infundiendo serenidad. La amatista aparta la conciencia del egoísmo, inculcando a la mente un conocimiento más profundo de la realidad. La mente se rinde y se desvanecen los pensamientos. La paz y la serenidad interior que ella proporciona nos sumen en un océano de silencio donde la actividad mental constante es sustituida por la calma
Esfera de 80g Amatista
Diámetro 4cm
Las fotos son de referencia, la pieza puede cambiar según stock. Todas son seleccionadas personalmente para que este perfectas en toda su superficie y energizadas con reiki.
Las bolas de cristal son objetos de poder con gran influencia sobre el desarrollo de las facultades psíquicas. Son ideales para emplear en meditaciones: infunden visión interior y lucidez espiritual. Estas meditaciones se realizan sosteniendo la bola de cristal con las dos manos a la altura del corazón o del tercer ojo, mirando en el interior de la bola durante tres minutos y permitiendo a la imagen de la luz blanca que se arraigue en la conciencia.
Las bolas de cristal son objetos de poder inestimables; por tanto, deben emplearse con sumo respeto, con conocimiento y buenas intenciones.
La amatista refleja un rayo púrpura, uno de los colores del tercer ojo. Se trata del color que contemplamos a veces al anochecer, cuando la luz del día cede ante la oscuridad.
La amatista es una piedra idónea para la meditación. Y ya que el color de la amatista es una de las vibraciones más altas del tercer ojo, una piedra amatista colocada directamente en dicha zona facilita el estado meditativo.
La suave percepción de la amatista calma el proceso de pensamiento circunstancial, infundiendo serenidad. La amatista aparta la conciencia del egoísmo, inculcando a la mente un conocimiento más profundo de la realidad. La mente se rinde y se desvanecen los pensamientos. La paz y la serenidad interior que ella proporciona nos sumen en un océano de silencio donde la actividad mental constante es sustituida por la calma