La amatista refleja un rayo púrpura, uno de los colores del tercer ojo. Se trata del color que contemplamos a veces al anochecer, cuando la luz del día cede ante la oscuridad.
La amatista es una piedra idónea para la meditación. Y ya que el color de la amatista es una de las vibraciones más altas del tercer ojo, una piedra amatista colocada directamente en dicha zona facilita el estado meditativo.
La suave percepción de la amatista calma el proceso de pensamiento circunstancial, infundiendo serenidad. La amatista aparta la conciencia del egoísmo, inculcando a la mente un conocimiento más profundo de la realidad. La mente se rinde y se desvanecen los pensamientos. La paz y la serenidad interior que ella proporciona nos sumen en un océano de silencio donde la actividad mental constante es sustituida por la calma
$2.800,00
20% de descuento pagando por transferencia bancaria
La amatista refleja un rayo púrpura, uno de los colores del tercer ojo. Se trata del color que contemplamos a veces al anochecer, cuando la luz del día cede ante la oscuridad.
La amatista es una piedra idónea para la meditación. Y ya que el color de la amatista es una de las vibraciones más altas del tercer ojo, una piedra amatista colocada directamente en dicha zona facilita el estado meditativo.
La suave percepción de la amatista calma el proceso de pensamiento circunstancial, infundiendo serenidad. La amatista aparta la conciencia del egoísmo, inculcando a la mente un conocimiento más profundo de la realidad. La mente se rinde y se desvanecen los pensamientos. La paz y la serenidad interior que ella proporciona nos sumen en un océano de silencio donde la actividad mental constante es sustituida por la calma